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martes, 19 de junio de 2007
¡Mamá que no estoy enfermo quiero ir a clase!
¿Cuándo será que esto ocurra? Yo no era así, de hecho siempre me hacía pasar por enfermo y mi mamá me creía una de cada 30. Y me sentía culpable, cada año me decía: "dejaré la pereza". Hace un par de meses le dije a mi mejor amiga "me gustaría no ser perezoso". Ella no me podía creer que yo pensara que fuera perezoso, yo monté una empresa mientras estudiaba, hoy participo en 4 empresas y soy empleado de dos; trabajo los fines de semana y de vez en cuando voy a congresos que me invitan.
Me quedó la culpa de niño que por perezoso y me acuerdo que era la misma sensación de los domingos con la misa. Ahí me di cuenta: ir a clase era tan jarto como ir a misa: Sentados, concentrados, en silencio, con los mejores amigos al lado pero sin poderles hablar, un respeto casi divino por la diisciplina en clase. Además nos tocaba escribir en un cuaderno algo que ya estaba escrito en un libro ("Moreno no haga rayones, escriba, me decía un profe mientras hacía un mapa conceptual").
Y en el Icesi, Universidad en la que estudié, encontré algunas materias complicadas dictadas por excelentes docentes que le daban a la clase muchos momentos de aprendizaje significativo. Y a esas pocas clases quería ir. Y en la Universidad teníamos que evaluar a los docentes, y nos preguntaban muchas cosas, pero nunca nos preguntaron: ¿Le provoca ir a clase? Con esa pregunta se habrían ahorrado más de 15 preguntas: Si uno quiere ir a clase, el docente demuestra interés en enseñar, manejo del tema, evalua justamente, etc.
Cuando todos los docentes nos preguntemos cómo hago para que mis estudiantes quieran de verdad ir a clase y que ésta no sea un castigo, se habrá generado una gran revolución en la educación. Ejemplo extraordinario: La Sociedad de los Poetas Muertos.
Lo que les gusta a los estudiantes (no es sino recordar):
- Mezclar aprendizaje con juegos. Dardos, escaleras, hombres contra mujeres, sabelotodos, carreras, Yincanas, baloncesto etc.
- Hacer muchos trabajos de campo, recuerden que los estudiantes comen más calorías de las que consumen. Son una bomba de energía.
- El video. Yo mismo he aprendido muchísimo a través del video: discovery networks, películas, series, tutoriales, etc.
- El celular y las redes sociales: A los pelados les encanta jugar con su celular y saben cómo bajar y poner ciertos ring tones, poner imágenes a moverse, hacer juegos, etc. También tienen complicadas páginas diseñadas por ellos en Internet. Entren a Hi5, Facebook, etc. y verán las increíbles competencias artísticas y sociales que desarrollan los estudiantes con estos dos temas.
- No todos los libros: los libros como El Señor de los Anillos, Harry Potter, Narnia, El Perfume, Paulo Coelho, Stephen King, Código DaVinci. Todos son libros que estimulan mucho las fantasías de los estudiantes y son este tipo de lecturas las que los profes tenemos que conocer para saber cómo pueden ser útiles herramientas para fortalecer competencias.
Esas son algunas ideas, aquí lo importante es recordar esa pregunta todos los días: qué hacer para que queran ir a clase, quieran verme, quieran MADRUGAR!!!!!
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